Viajeros extranjeros utilizan la política sin visado de Jeju como puerta para la inmigración ilegal a Corea del Sur
Jeju, esa preciosa isla al sur de Corea del Sur que tantos sueñan con visitar, está enfrentando un problema que ha encendido las alarmas de las autoridades. Su famoso sistema de entrada sin visado, diseñado para impulsar el turismo, se ha convertido en una puerta trasera para la inmigración ilegal, especialmente después del fin de la pandemia de COVID-19.
El sistema permite a los viajeros de 111 países disfrutar de la isla hasta por 30 días sin necesidad de visa, pero están abusando de esta política. Aunque la norma prohíbe que los visitantes viajen al continente sin autorización, cada vez más personas encuentran formas de burlar estas restricciones.
¿Cómo lo hacen?
Uno de los métodos más comunes es salir de Jeju escondidos en camiones o cargamentos que se dirigen al continente. En un caso reciente, 11 ciudadanos vietnamitas, junto con un intermediario coreano, fueron arrestados cuando intentaban salir de la isla escondidos en un camión de carga de cinco toneladas, este tipo de situaciones no son aisladas, la policía también ha encontrado personas escondidas en camiones frigoríficos o incluso entre cargamentos de mandarinas, un producto icónico de Jeju.
El problema no se limita a los individuos que intentan cruzar, también hay redes organizadas que facilitan estas operaciones. Los intermediarios, también conocidos como “corredores”, cobran alrededor de 2,5 millones de wones (unos 1.746 dólares) por persona para planificar estas salidas clandestinas, aunque algunos de estos corredores han sido arrestados, las autoridades creen que hay muchas más redes operando en las sombras.
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Las cifras que preocupan
En 2024, la Guardia Costera de Jeju registró siete intentos de cruce no autorizado al continente, un aumento notable en comparación con 2023, cuando sólo se reportaron dos incidentes. En total, 18 personas fueron detenidas en 2024, incluyendo ciudadanos de China, Vietnam e Indonesia, así como cuatro coreanos que actuaban como intermediarios. Sin embargo, las autoridades sospechan que muchas más personas lograron evadir la detección.
Este problema no es exclusivo de Corea del Sur. En Japón, por ejemplo, casi 150.000 ciudadanos extranjeros se quedaron más tiempo del permitido por sus visas en 2020, en el caso de Corea, el Servicio de Inmigración reportó que alrededor de 80.000 personas excedieron la duración de sus visas ese mismo año, muchas de las cuales ingresaron como turistas.
Ante este aumento de casos, las autoridades coreanas han intensificado los controles en los puertos de Jeju, donde las inspecciones suelen ser menos rigurosas que en los aeropuertos, también han pedido la colaboración de los ciudadanos para denunciar cualquier actividad sospechosa, como vehículos o embarcaciones que puedan estar involucrados en estas operaciones ilegales.
Según un funcionario de la Guardia Costera, los delitos relacionados con el abuso del sistema de entrada sin visado se han vuelto más sofisticados y organizados. Ahora involucran redes que coordinan transporte, corredores locales e incluso contactos en el continente.