Kim Keon Hee pide eliminar los videos de YouTube que la incriminan con supuesto «soborno»
En la primera mitad de 2023, Kim Geon-hee presentó 40 solicitudes a Google para que eliminara videos de YouTube que, según ella, la difamaban. Sin embargo, el gigante tecnológico solo restringió tres, dejando el resto intacto.
Según el informe de transparencia de Google, la empresa analiza cada solicitud bajo sus propias normas de «acoso y ciberacoso», pero no siempre accede a retirar contenido. Además, la plataforma no suele dar explicaciones detalladas sobre los criterios utilizados para aprobar o rechazar estos casos.
Lo curioso es que este intento de censura coincidió con un periodo en el que Kim Geon-hee aumentó su presencia en la esfera pública, a pesar de que aún enfrenta sospechas de manipulación bursátil.
En enero de 2023, asistió a un evento de Año Nuevo para diseñadores y luego invitó a un niño camboyano a la residencia presidencial para una sesión de fotos, lo que generó reacciones divididas. Mientras algunos lo vieron como un gesto amable, otros lo interpretaron como una estrategia para mejorar su imagen pública en medio de los escándalos.
El diario Hankyoreh abordó este cambio de actitud en un artículo titulado «¿Se acabó el apoyo silencioso? Kim Geon-hee y su creciente exposición pública», donde señalaban que, a pesar de los problemas legales que la rodean, la primera dama ha optado por una postura más activa en la política y los medios.

Google no fue el único objetivo de Kim Geon-hee. También llevó su caso al Comité de Normas de Radiodifusión, denunciando al medio Seoul’s Voice por difamación. ¿La razón? Un video donde se le veía recibiendo un bolso de lujo, lo que alimentó rumores y críticas sobre su estilo de vida.
Lo más llamativo es que, según el presidente del comité, Ryu Hee-rim, hubo intentos de acelerar una revisión urgente del video, apenas un día después de que se publicara el avance (27 de noviembre de 2023). Sin embargo, Hee-rim aseguró que no recibió ninguna solicitud directa de la primera dama.
A pesar de todos sus esfuerzos por controlar la narrativa, el informe de Google deja claro que no es tan fácil silenciar las críticas en internet, y que la mayoría del contenido sigue disponible para el público.