Damas del Bacchus: La realidad de las prostitutas para ancianos en Corea del Sur
En los parques de Seúl, a plena luz del día, un grupo de mujeres mayores se acerca a los hombres ancianos, ofreciéndoles una bebida energética llamada Bacchus. Pero esta venta de bebidas no es su verdadero negocio. Estas mujeres, conocidas como «Damas de Baco», representan un fenómeno social único en Corea del Sur, la prostitución entre ancianos, una realidad que refleja profundas fallas en el sistema social y económico del país.
¿Quiénes son las Damas de Bacchus:?
Las Damas de Baco son mujeres de entre 50 y 80 años que han encontrado en la prostitución una forma de sobrevivir. Muchas de ellas solían vender bebidas energéticas en los parques para ganar algo de dinero, pero con el tiempo, comenzaron a ofrecer sexo a cambio de pequeñas sumas de dinero, entre 20,000 y 30,000 wones (15-22 dólares). Su clientela principal son hombres mayores que, en muchos casos, también viven en condiciones de pobreza y buscan compañía más allá del acto sexual.
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La raíz del problema: pobreza y abandono
Corea del Sur ha experimentado un rápido crecimiento económico, pero el desarrollo no ha beneficiado a todos por igual. La generación de ancianos actuales creció bajo la creencia de que sus hijos los cuidarían en la vejez. Sin embargo, el cambio en los valores familiares, la urbanización y la crisis financiera asiática de 1997 dejaron a muchos de ellos sin apoyo. El 48.3% de las mujeres mayores de 65 años en Corea del Sur viven en pobreza, la tasa más alta entre los países de la OCDE.
A diferencia de la prostitución convencional, que opera en la clandestinidad, las Damas de Baco ofrecen sus servicios abiertamente en parques y calles. Esta visibilidad choca con los valores tradicionales coreanos, donde la vejez suele estar asociada con el respeto y la dignidad. Sin embargo, para estas mujeres, no hay muchas opciones, sin ahorros, sin apoyo gubernamental suficiente y sin familia que las respalde, recurren a esta actividad como única alternativa para subsistir.
La respuesta de la sociedad y el gobierno
La prostitución es ilegal en Corea del Sur, y la policía realiza operativos para arrestar a estas mujeres. Sin embargo, las multas y advertencias no resuelven el problema de fondo, la falta de un sistema de bienestar adecuado. En 2015, 33 mujeres, incluida una de 84 años, fueron arrestadas en una redada, pero el fenómeno no desapareció. La policía misma admite que las medidas represivas no son la solución y que se necesitan políticas de apoyo más eficaces.
Uno de los problemas más graves asociados con este fenómeno es el aumento de las infecciones de transmisión sexual entre la población mayor. Muchas de estas mujeres utilizan inyecciones para mejorar la erección de sus clientes, reutilizando agujas hasta 20 veces, lo que contribuye a la propagación de enfermedades.
El sentimiento de abandono y desesperanza ha llevado a Corea del Sur a tener una de las tasas de suicidio más altas entre los ancianos. Para muchas de estas mujeres, vender su cuerpo es preferible a morir de hambre o depender de la caridad.
El confucianismo ha jugado un papel importante en la estructura social de Corea del Sur, promoviendo la idea de la piedad filial. Sin embargo, el rápido desarrollo económico ha erosionado estas tradiciones. Hoy en día, muchos jóvenes se ven incapaces o poco dispuestos a cuidar de sus padres ancianos, dejando a estos últimos en una situación de vulnerabilidad extrema.
«The Bacchus Lady»: una película que expone la realidad
En 2016, la película «The Bacchus Lady» puso este fenómeno en el foco internacional. La protagonista, So-young, es una Dama de Baco que se enfrenta a la dura realidad de la vejez y la pobreza en una sociedad que la ha dejado atrás. La película no solo retrata la prostitución entre ancianos, sino que también expone la falta de apoyo social y la desesperación de los mayores en Corea del Sur.
¿Qué se puede hacer?
Para abordar este problema, Corea del Sur necesita reformas urgentes en su sistema de bienestar. Algunas soluciones incluyen aumento de las pensiones, programas de empleo para personas mayores, educación y acceso a salud y cambio de mentalidad ya que es crucial cambiar la percepción de la vejez y promover el respeto y cuidado de los ancianos en la sociedad coreana.