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Protestas masivas en Corea del Sur en apoyo y rechazo a la destitución de Yoon

Las calles de Seúl fueron escenario de una intensa jornada de protestas este sábado, con multitudes manifestándose tanto en apoyo como en contra del presidente destituido Yoon Suk Yeol. La ciudad se convirtió en un campo de batalla político, con miles de personas tomando partido en una disputa que ha sacudido Corea del Sur.

En la céntrica plaza de Gwanghwamun, los organizadores estiman que alrededor de 3 millones de personas se congregaron para exigir la liberación de Yoon, ondeando la bandera surcoreana (Taegeukgi) y la estadounidense como símbolo de su lucha. La cifra contrasta con la estimación oficial de la policía, que situó la asistencia en unos 38.000 manifestantes.

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El detonante de estas movilizaciones fue la acusación formal contra Yoon la semana pasada. Los fiscales lo señalaron por insurrección, debido a su breve declaración de ley marcial el pasado 3 de diciembre, pocos días después, la Asamblea Nacional votó a favor de su destitución, lo que llevó su caso al Tribunal Constitucional, que ahora tiene la última palabra sobre su futuro político.

Entre los líderes de la protesta estuvo el pastor y activista conservador Jeon Kwang-hoon, quien no dudó en llamar a una nueva movilización para el 1 de marzo. «Si logramos reunir a 10 millones de personas, Yoon volverá. Podemos cambiar todo, incluso la Constitución», aseguró en un encendido discurso.

Mientras en Gwanghwamun se pedía la restitución de Yoon, otras manifestaciones exigían lo contrario. Cerca de la Asamblea Nacional, en el distrito de Yeouido, y frente al Tribunal del Distrito Central de Seúl, miles de manifestantes demandaban una sentencia que confirmara su destitución definitiva.

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Según los organizadores, alrededor de 100.000 personas se unieron a la protesta contra Yoon, aunque la policía estimó la asistencia en unas 6.000. La movilización también sirvió para criticar la decisión del presidente interino, Choi Sang-mok, de vetar una propuesta legislativa que buscaba una investigación especial sobre Yoon y su intento de imponer la ley marcial.

Kim Min Moon-jung, uno de los líderes de esta protesta, lanzó un mensaje contundente: «Debemos acabar de una vez por todas con el plan de insurrección de Yoon Suk Yeol y las fuerzas anticonstitucionales que lo respaldan».

Las manifestaciones provocaron un caos en el tráfico de la capital surcoreana, unos 240 agentes de la policía de tránsito fueron desplegados para tratar de controlar la situación, pero las congestiones y los bloqueos en varias avenidas principales causaron serios inconvenientes.

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