¿Qué pasó con el último REY de COREA? Un final trágico bajo el imperialismo Japonés
Hace poco más de 100 años, Corea tenia un rey, aunque hoy sea una república moderna y tecnológica, Corea también tuvo su época de monarquía, con todo el drama, intriga y tragedia que eso implica. Pero, a diferencia de países como España con los Borbones o Inglaterra con los Windsor, aquí la realeza no sobrevivió a los cambios históricos.
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Si bien es cierto la historia de Corea es larga, aquí solo vamos a tratar acerca de los últimos reyes. Durante los últimos años de Joseon, Corea estaba en una situación complicada, Japón, China y Rusia peleaban por controlar la península, y la monarquía estaba cada vez más debilitada. El penúltimo rey fue Gojong, un hombre con sueños de modernizar Corea, fue bajo su reinado que se introdujeron cosas como la electricidad y el teléfono en el palacio, pero también vivió enormes tragedias, como el brutal asesinato de su esposa, la reina Min, a manos de los japoneses.
Después de este golpe, Gojong quedó traumatizado y prácticamente sin poder. En 1897 intentó darle un giro al asunto proclamando el Imperio de Corea y autoproclamándose emperador, pero era un título vacío. Para 1907, los japoneses lo obligaron a abdicar a favor de su hijo, Sunjong, quien se convirtió en el último rey de Corea.

Sunjong: Un rey sin reino
Sunjong fue rey solo de nombre, en 1910, Corea fue anexionada oficialmente por Japón, y la monarquía desapareció. Él y su familia quedaron atrapados en el palacio como prisioneros simbólicos, sin poder ni autoridad. Vivió el resto de su vida viendo cómo su país se convertía en una colonia japonesa y murió en 1926 sin dejar descendencia.
¿Y el resto de la familia real?
Aquí es donde la historia se vuelve aún más interesante, los miembros de la familia real fueron dispersados. Algunos fueron enviados a estudiar al extranjero (bajo estricta vigilancia japonesa), mientras que otros fueron obligados a casarse con japoneses para borrar su identidad coreana. Un príncipe, Yi Kang, incluso fingió ser un borracho para despistar a los japoneses mientras ayudaba al movimiento independentista.
Uno de los descendientes más conocidos fue Yi U, un príncipe que luchó por mantener su identidad coreana a pesar de las presiones japonesas, aunque su vida terminó en la pobreza, su legado es recordado por muchos como un ejemplo de resistencia y amor por su país.
Hoy, la familia real de Corea no tiene ningún rol político ni poder, pero algunos descendientes aún viven. Aunque la dinastía Joseon terminó oficialmente en 1910, su legado sigue vivo en la cultura, la historia y, por supuesto, en los dramas históricos que tanto nos encantan. Si alguna vez visitas Seúl, puedes recorrer el Palacio Gyeongbokgung, donde vivieron estos reyes, y sentirte como si viajaras en el tiempo.
